Llega el nuevo año, tenemos nuevos propósitos y uno de ellos es el ir al gimnasio y/o hacer ejercicio, bajar los kilos acumulados en las vacaciones y sentirnos en forma. No hay mejor manera de volver a la normalidad, disminuir el síndrome postvacacional que haciendo ejercicio.
Ahora nos planteamos como tenemos que llevar a cabo esa nueva rutina que tenemos planteada.
Primero plantearnos, que es lo que queremos hacer, donde ir y los objetivos que nos queremos marcar, todo ello con el mayor realismo y aportando la motivación necesaria para no fallar en nuestro intento.
1.- Piensa en un buen bolso deportivo.
Una buena bolsa de deporte no sólo le ayudará a llevar su ropa deportiva y accesorios a su entrenamiento o entrenamiento, sino que también le ayudará a organizar esa ropa y equipo.
Si entrenas regularmente en un gimnasio o practicas un deporte – o si has tomado la decisión correcta para empezar a hacerlo – entonces tener una buena bolsa de gimnasia es una gran idea. La web www.bolsosdeportivos.info nos comenta que «cuando usted tiene una bolsa de gimnasio dedicada, puede establecer una rutina que hará que su preparación antes de un entrenamiento sea más conveniente, su tiempo en el gimnasio más eficiente, y su almacenamiento de ropa y equipo de fitness más fácil y más higiénico también».
2.-Definir los objetivos.
Normalmente tras las vacaciones es habitual coger un poco de peso, ya bien sea por el propio periodo vacacional o por la tendencia de cada uno hacia ello. Todo entra dentro de la normalidad ya que actividad disminuye, los horarios se trastocan, los momentos para el descanso se alargan y las comidas y bebidas que se toman no son las más sanas ni equilibradas en la mayoría de casos. Por ello, cada objetivo que nos marquemos tendrá un modo de entrenamiento o rutina a seguir, tanto en la modalidad deportiva elegida, en el gimnasio y en los días de práctica que le dedicaremos. Por ello, si nuestro objetivo es perder esos kilos de más, y empezar o volver a la actividad realizaremos un entrenamiento progresivo, trabajando la resistencia aeróbica como el incremento de la carga muscular paso a paso, no empezando en el momento que dejamos de hacerlo en ningún caso. Si podemos, ejercitar de manera muy variada, con el fin de preparar nuestro cuerpo para posteriores entrenamientos más específicos.
3.- Empezar poco a poco:
Independientemente de la actividad que se realice siempre hay que volver a hacer ejercicio de manera progresiva y sobre todo sin someter a músculos y articulaciones a una intensidad elevada ya que también el cuerpo después de unos días de inactividad tiene mayor riesgo de padecer algún tipo de lesión. Por tanto, las cargas tienen que aumentarse poco a poco y mantener intensidades moderadas durante una o dos semana.
4.- Calentamiento previo.
Este sería una recomendación para cualquier actividad en cualquier momento del año, pero presta más atención al calentamiento en la fase de adaptación que hará que mantengas el calentamiento dentro de tu rutina y minimizaras los riesgos de lesión en los músculos, articulaciones, huesos y tendones haciendo que se activen antes.
5.- Dieta sana y equilibrada.
Para recuperar y mejorar el estado físico deberás seguir unos hábitos alimenticios adecuados. La dieta es fundamental ya sea la actividad que realices. no sólo para ayudarnos a perder la grasa que se ha acumulado y evitar que vuelva a aparecer sino también para que el organismo tenga los nutrientes y reservas de energía necesarias para realizar el ejercicio.
6.- Controlar el número de sesiones en función del objetivo.
No empieces con largas sesiones de entrenamiento, realiza variados ejercicios, deportes y establece tiempos de descanso con mucha prioridad para que tu cuerpo se acostumbre de nuevo al ejercicio.
7.- Buscar el mejor centro, pedir información y asesoramiento:
No hay mejor manera de permanecer en una actividad que encontrándose a gusto con el centro al que se acude, la información y asesoramiento que te ofrecen acorde a lo que buscas. Mira las mejores opciones dependiendo de la actividad que quieras desarrollar, ya sea musculación, clases colectivas o cualquier otra disciplina y consulta tanto horarios, instructores o manera de impartir la clase.
8.- Estira:
Cuando el cuerpo lleva una vida más sedentaria de lo habitual, los músculos tienden a acortarse. Por tanto, se recomienda que siempre se reserven unos minutos posteriores al entrenamiento para estirar la musculatura, recuperarse tras el ejercicio y para que pueda volver a su estado normal.
9.- No desfallecer:
Ten claro lo que buscas y el tiempo que puedes tardar en conseguirlo, estar en forma requiere constancia, esfuerzo y tiempo, saber esto hará que seas más persistente en tu objetivo. Sabemos que es difícil empezar la actividad después de estar de vacaciones, por lo que tómatelo con calma y empieza poco a poco incrementando a medida que te vayas sintiendo más cómodo.
10.- Sin prisas:
Nunca hay que someter al cuerpo a grandes sobreesfuerzos después de un período de inactividad. Nada más perjudicial para el organismo que empezar queriendo hacer lo mismo que cuando se abandonó para disfrutar de las vacaciones. “Siempre hay que ser pacientes y sobre todo volverse a marcar metas a corto plazo para ir superándose poco a poco
11.- Al mínimo problema, revisión.
Durante los los primeros días podemos notar más fatiga y/o “problema muscular” ya sean agujetas o tensión general. Es recomendable de todas formas realizar una revisión médica previa al ejercicio y descartar posibles anomalías.
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