El uso de las e-bikes crece de forma continua desde hace años y hay ayuntamientos que ya plantean la instalación de un sistema compartido de bicicletas eléctricas
La movilidad está cambiando en el mundo. La necesidad de reducir la contaminación atmosférica y paliar los efectos del cambio climático están propiciando el uso de medios de transporte más sostenibles en los que la principal fuente de energía no tenga un origen fósil. De este modo, vehículos cuya fuerza motor se basa en el petróleo y sus derivados tienen los días contados y las ciudades más grandes de todo el mundo ya están poniendo límites para la utilización de estos vehículos por el centro de las mismas.
Esta situación está provocando el auge de nuevos vehículos más sostenibles. Entre ellos destacan los usos del patinete eléctrico y de las e-bike, que se están convirtiendo en los grandes protagonistas de una nueva era en la que el uso de estos medios de transporte no deja de crecer, sobre todo entre los más jóvenes.
Sin embargo, esto no es cosa de las nuevas generaciones. Los adultos cada vez son más conscientes del impacto que tienen los medios tradicionales. No en vano, el transporte es el causante del mayor porcentaje de emisiones de gases de efecto invernadero. En concreto, genera el 28%, situándose por delante de las industrias (26%).
En este contexto y con el objetivo de la Unión Europeo de reducir las emisiones en un 90% en 2050, algo que es más que probable que se adelante debido a la situación geopolítica actual, la apuesta por las bicicletas eléctricas es una realidad de la que hoy pocas personas pueden escapar.
Y es que, además de ser un medio de transporte poco contaminante, es también un dispositivo con el que es posible hacer deporte y, por tanto, favorece la calidad de vida, otro de los objetivos prioritarios de la Unión Europea. De hecho, un repaso por el número de kilómetros de carriles bicis que existe en el continente dan fe de esta apuesta: ciudades como París, en Francia, cuenta en la actualidad con 700 kilómetros de carriles bici, mientras que en España, Madrid tiene una red que suma 130 kilómetros, y otros 130 en la periferia.
El mejor medio de transporte para los centros urbanos
Las e-bikes son un excelente vehículo para moverse dentro de las grandes capitales . Sobre todo si tenemos en cuenta que ya está empezando a restringir el tráfico de los vehículos más antiguos (y contaminantes) en el centro por sus elevadas emisiones de CO2. Para las personas que tengan que realizar una distancia corta-media para ir a trabajar, las bicis eléctricas son la opción más recomendable.
Al respecto, Santander ha planificado una inversión de 7,6 millones de euros para establecer un sistema de alquiler público que contará con 200 bicicletas eléctricas y 20 estaciones repartidas por toda la ciudad. Es un claro ejemplo de cómo desde las administraciones públicas se está apostando por “medios de transporte sostenibles, activos y saludables”, según destacan desde Moma Bikes, compañía líder en el sector que fabrica, distribuye y vende sus propios productos y modelos “made in Europa”.
Esta empresa cuenta en su oferta con modelos de bicicletas eléctricas tipo montaña, de paseo y plegables, lo que permite a los interesados en adquirir las que mejor se adapten a sus necesidades. Las bicicletas producidas por la marca asisten durante el pedaleo al tiempo que ayudan a cumplir con la legislación actual. Y es que deja de ayudar al ciclista cuando supera los 25 kilómetros por hora, que es límite legal establecido.